(Prensa Librerías del Sur 13/11/2019).- En el segundo día del ciclo de reflexiones entorno a la cultura Manganimé en los espacios de la Librería del Sur “Orlando Araujo”, Edwin Rosario abordó junto a los presentes los hechos históricos de Japón que dan origen a dichas industrias culturales que en la actualidad es consumida por buena parte de la juventud en Venezuela.
Un recorrido por la fundación de dicho país asiático reuniendo influencias y procesos políticos y conflictos sociales fue necesario para ilustrar a los presentes de la estrecha relación que existe entre el Manga y el Anime y la cultura japonesa.
“No hay un aspecto japonés que no esté reflejado en el Manganimé, es una ventana para reflejar lo que ocurre en ese mundo social”, apuntó Rosario, quien señaló que aunque el origen del término “Otaku” surgió siendo una referencia periodística negativa para referirse a un joven asesino serial japonés, en Occidente no tiene tal connotación. En cambio, es una comunidad que sigue en proceso de caracterización.
Asimismo, aclaró que desde el siglo XX se empieza a hablar de Manga, es decir tiras historietas, y del Animé que concuerda con el tiempo en que aparece también el cine. Señaló además que el manga tiene especial impulso entre las décadas de los años 30 al 50 cuando se desarrolló la segunda Guerra Mundial y las propagandas bélicas Norakuno 1931 y Momotaro 1943, está última satirizando al ejército estadounidense. A pesar de dicho auge, el manga era accesible sólo para el que podía pagarlo, este aspecto da origen a los Kamishibai quienes leían a niños y niñas y al público en general los mangas que estaban en desuso.
La industria del manga también fue punto de reflexión durante la actividad. Rosario explicó a los asistentes la nutrida actividad de las editoriales para la difusión del manga. La periodicidad es de una semana, cuando se publican revistas con 13 series distintas. “Son del tamaño de una guía telefónicas” apuntó el investigador quien destacó que son aquellas series que más agradan al públicos las cuales se convierten en tomos, y estos a su vez en anime o videojuegos.
El manga de portadas coloridas y con dibujos en blanco y negros o a color en situaciones especiales, tiene un gran consumo para el público japonés, en especial la juventud, pero dicha sociedad de cerca de 130 millones de habitantes en un archipiélago tiene también dificultades. Por ese número exorbitante es una sociedad con muchos filtros para acceder al empleo y, por supuesto, a empleos de calidad.
“Los jóvenes son presionados socialmente para que tengan las mejores calificaciones, y los mejores empleos, todo esto genera frustración que muchas veces se manifiesta en la alta tasa de suicidios que tiene Japón”, explicó rosario.