(Prensa Librerías del Sur).- El libro Iwariwë. El guardián del fuego, de Marie-Claude Mattei Muller y Jacinto Serowë, narra a través de una historia ilustrada y bien argumentada toda la mitología Yanomami.
La culturas indígenas aseguran que los mitos no son cuentos destinados a los niños. Más bien se presenta como una fuente de saber, siendo el medio ideal para transmitir a los más jóvenes los valores, principios éticos y morales que rigen su sociedad.
La historia, publicada a través de Monte Ávila Editores Latinoamericana bajo la Colección Warairarepano, narra a través de ilustraciones cómo la comunidad indígena vive en armonía con la naturaleza. Su alimentación se basa en la caza, la pesca, la siembra de plátanos y de yuca.
En lo que denominan maloca, una aldea redonda erigida sobre troncos de árboles y techo de palma, pueden convivir hasta 300 yanomamis. Mediante investigaciones, se pudo conocer que una superficie del tamaño de Suiza ubicada en la selva brasileña viven 9.000 yanomamis. Pero se estima que en Venezuela hay alrededor de 12.000 habitantes Yanomami.
Los Yanomami viven al sur de Venezuela, en la frontera con Brasil. Su territorio es inmenso y muchas de las comunidades son todavía de difícil acceso. Anteriormente, esta comunidad indígena vivía en las cabeceras de los ríos, cerca de los caños, aislados en los bosques del estado Amazonas. Eran mucho más nómadas, porque exploraban nuevas tierras para los conucos. Pero con el tiempo se volvieron más sedentarios (dedicados a la agricultura).
Hoy en día, todos los habitantes de las comunidades Yanomami siguen hablando su lengua natal, que no ha sido relacionada con ninguna otra. Con la presencia de misioneros se abrieron las primeras escuelas y muchos niños y niñas Yanomami que están aprendiendo a leer y escribir el idioma español.
Los Yanomami suelen agruparse en comunidades pequeñas alrededor de un líder. Cada comunidad tiene su conuco donde trabaja cada familia, porque su alimentación depende en gran parte de los cultivos como yuca dulce, ocumo, mapuey, batata, ñame, ají, lechoza, piña, cambures y plátanos.
Colaboradores – Marie-Claude Mattei Muller
Etnolingüísta, se dedica desde hace más de treinta años al estudio de las lenguas y culturas indígenas de Venezuela. Profesora universitaria, investigadora, ejerció también cargos diplomáticos. Fue consultora de la UNESCO para temas amazónicos y es actualmente consultora del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para el Censo de los Pueblos Indígenas de Venezuela. Es autora de numerosos artículos y de varios libros referentes a las lenguas y culturas indígenas de Venezuela, entre los cuales figuran un libro de alfabetización en lengua panare/e’ ñepa y dos diccionarios bilingües ilustrados, uno sobre los panare/e’ ñepa y otro sobre los Yanomami, ambos merecedores del Premio Nacional al Mejor Trabajo Científico en Ciencia Sociales.
Ha escrito libros sobre mitología y cestería. Fue la investigadora a cargo de la recolección, traducción y adaptación del relato Yanomami titulado Naroriwe, El rabipelado envidioso y del relato panare titulado Yamaanesa’KeNe’na, La creación de los animales, ambos publicados en esta colección.
Colaboradores – Jacinto Serowe
Es capitán de la comunidad Yanomami Koshekapiwei. Fue uno de los primeros maestros de la escuela intercultural bilingüe en la misión salesiana de Platanal (alto Orinoco). Trabajó con Marie Claude Mattei Muller en varias oportunidades, en particular, en la realización del mito de Naroriwe, El rabipelado envidioso.