Autor: Argenis Rodríguez
La narración se estructura en cuatro partes donde, bajo un punto de vista que pareciera superficial, la obra va desplegando una serie de situaciones que alcanza un punto de quiebre en el capítulo “27 y 28 de febrero”. El cuadro de acciones que va desde la violencia sistemática, asesinatos, el abandono amoroso, la soledad de algunos de los personajes, entre otros dramas, conlleva irremediablemente un escenario mucho más trágico y violento. Esta novela, tal como sucedió con Entre las breñas, nos permite reflexionar acerca de aquellas experiencias que necesitan ser contadas y revividas, como representación de una sola voz entre tantas voces que aún se mantienen desaparecidas.