(Prensa Librerías del Sur).- El libro El entierro de cortijo, de Edgardo Rodríguez Juliá, narra la historia de una personalidad emblemática en el mundo de la música, conocido como Rafael Cortijo, un reconocido músico puertorriqueño de los años 50. El velorio se llevó a cabo en el centro comunal del caserío Luis Llorens Torres, lugar de procedencia del fallecido.
El libro más allá de narrar lo sucedido en el entierro, expone ideas de Puerto Rico como un país tribal: “¿Familia puertorriqueña o país de muchas tribus?”
El autor de la obra Edgardo Rodríguez Juliá, expone las creencias del reconocido músico. Dentro de las creencias políticas, se encuentran los ideales de los tres partidos políticos de Puerto Rico, el Independentista (PIP), el Nuevo Progresista (PNP), y el Partido Popular Democrático (PPD). Rafael Cortijo era independentista. Por su parte, Luis Ambrosio de Jesús Cortijo, además de ser primo del difunto, era el representante del partido PNP por el pueblo de Loíza.
Sin embargo, el partido que más enfoque tiene en el libro es el Partido Popular Democrático, con el desarrollo muñocista. En la obra se expone que esta tolda política causó la segregación de la comunidad pobre en caseríos, estableciendo un estilo de vida diferente para sus habitantes.
De acuerdo al texto, en el entierro de Rafael Cortijo las figuras de poder no son pasadas por alto, ya que ellas representaban otro estrato y eran fácil de divisar entre el gentío presente en la ceremonia.
La obra también hace énfasis en la faceta artística de Rafael Cortijo, quien junto a su combo, revolucionó la música puertorriqueña de aquella época. Las letras de sus canciones representaban al proletariado de Puerto Rico. “La plena proletaria de Canario, la del barrio y el arrabal, se convierte en música de caserío”, reza el texto.
En el libro se señala que en dicha época también había otro grupo de puertorriqueños que se mantuvieron escuchando una música diferente, como la que se tocaba en los grandes clubes sociales y los salones de baile, y piezas de compositores famosos como los Nocturnos de Chopin.
Otro de los puntos importantes que aborda el autor es la división de las clases sociales. Sin embargo, Rodríguez Juliá destaca mayormente al lumpen y el proletariado. Quienes integran el lumpen son vistos como los tecatos que habitan en el caserío. Por su parte, el proletariado lo representan la gran mayoría de las personas presentes en el entierro.
El libro representa la vida de una persona muy querida por muchos y odiada por otros. Una persona que acompañaba al ciudadano de a pie y expresaba sus sentimientos a través de la música.
¿Quién es Edgardo Rodríguez Juliá?
Catedrático jubilado de la Universidad de Puerto Rico. Es uno de los más connotados autores de la literatura puertorriqueña. Varias novelas y múltiples relatos, crónicas y ensayos llevan impresa su firma. Desde el año 1999 es miembro de número de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española. En 2006 fue nombrado Profesor Distinguido en el Conversatorio de Música de Puerto Rico. Entre sus libros de crónicas y ensayos destacan: Las tribulaciones de Jonás (1981); Una noche con Iris Chacón (1986); Campeche o los diablejos de la melancolía (1986); Puertorriqueños (1988). En 1995 fue merecedor del Premio Planeta-Joaquín Mortix por su novela Sol de medianoche, también galardonada con el Premio Bolívar Pagán del Instituto de Literatura de Puerto Rico, en 2001; y en 2004 su novela Mujer con sombrero Panamá, fue premiada por el Instituto de Literatura Puertorriqueña, como mejor novela del año. Sus más recientes novelas son El espíritu de la luz (2010) y La piscina (2012).