Es el primer libro de Jacqueline Clarac de Briceño, y aunque hasta la fecha no se había reimpreso ni reeditado desde el año de su publicación en 1976, este nos muestra un brillante primer abordaje al modo de vida, sistema de creencias y mitos, estructura de parestesco y de producción del campesinado de la cordillera andina venezolana, actualizando las viejas definiciones académicas del término “campesino” como persona de baja clase social dedicada a la agricultura, para revelar sus fuertes nexos con las culturas ancestrales previas al contacto con los españoles.