(Prensa Librerías del Sur).- Detrás de los miles de títulos que se ponen a disposición del público en la 20a Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) hay un arduo proceso. En el caso de Monte Ávila, su coordinadora editorial, Gladys Ortega, comparte los pormenores del fascinante proceso que transforma un manuscrito en un libro disponible para los lectores. Comienza cuando un autor presenta su manuscrito a la editorial, ya sea a través de un concurso, un taller o por medio del Centro Nacional del Libro (Cenal).

Una vez aceptado, el manuscrito pasa a manos del editor, quien se encarga de asignarlo a la colección adecuada y coordinar todas las etapas de producción. Desde la corrección del texto hasta el diseño de la portada, cada paso es crucial. “La portada es la que vende el libro”, enfatiza Ortega, destacando la importancia del diseño en la presentación del texto.

Explica cómo cada colección tiene su propia identidad visual, permitiendo que los libros sean reconocibles, incluso sin leer el título. Por ejemplo, la colección Altazor presenta fotografías de poetas consagrados, mientras que Milenio Libre utiliza pinturas en blanco y negro para sus ensayos.

La portada juega un papel crucial en la venta del libro. “La portada atrapa al lector”, señala Ortega, quien enfatiza que la tipografía, los colores y la imagen son determinantes para captar la atención. En Monte Ávila, se busca que cada portada refleje la temática del libro, facilitando su identificación.

El proceso también incluye la gestión de aspectos legales, como el código ISBN y el Depósito Legal, así como la selección de la imprenta más adecuada. En Monte Ávila, el costo de impresión está subsidiado por el Estado, lo que facilita el acceso a la producción literaria.

El trabajo de los diagramadores es esencial en esta ruta. Una vez que el libro ha sido editado y corregido, pasa a manos del diagramador, quien sigue parámetros específicos para cada colección, asegurando una estructura coherente y atractiva. Tras este proceso, el diseñador se encarga de crear la portada y contraportada, incluyendo reseñas que despierten la curiosidad del lector.

Una vez impreso, el libro entra en la fase de promoción, donde el equipo editorial trabaja para llevarlo a las manos de los lectores. Ortega resalta que detrás de cada libro hay un colectivo comprometido que incluye diseñadores, correctores y especialistas en diferentes temáticas, garantizando que cada obra cumpla con sus particularidades.

Un encuentro vital para el mundo editorial

La Filven se ha consolidado como la fiesta mayor del libro en Venezuela, un espacio donde escritores, editores y amantes de la literatura se reúnen para celebrar la creación literaria y fomentar el intercambio de ideas. Este año, la feria ha sido testigo de un dinámico proceso editorial, destacando la importancia del trabajo en conjunto entre diagramadores y diseñadores.

Por eso, la feria no solo es un punto de encuentro para la comunidad literaria, sino también un espacio para la negociación de derechos de autor y la búsqueda de nuevas oportunidades de publicación. Los escritores tienen la oportunidad de conectar con editoriales, discutir reediciones y compartir experiencias que enriquecen el panorama literario.

“Es increíble que, tras la Filven nacional, el evento viaje por todo el país, promoviendo el libro y la lectura”, añade la representante editorial. Desde su experiencia, este enfoque no solo fomenta el amor por la literatura, sino que también impulsa la innovación en el proceso de diseño editorial, adaptándose a las nuevas tecnologías y tendencias del mercado.

La Filven se reafirma así como un evento fundamental para el desarrollo de la cultura literaria, uniendo a todos los actores del sector en una celebración de la palabra escrita.

Prensa FILVEN