(Prensa Librerías del Sur).- Continúan desarrollándose los conversatorios entorno al Festival Internacional de Teatro Progresista de Venezuela 2024 (Fesitpven), relacionados a esta rama cultural, y en esta ocasión se llevó a cabo en la sede de la Librería del Sur del Teatro Teresa Carreño, en Caracas, el tema “Lo literario en la dramaturgia escrita por mujeres”.
Además del mencionado titulo del debate, también las exponentes deliberaron sobre la posición de la mujer como dirigentes teatrales, en la que cuestionaron la poca oportunidad que han recibido en relación a la diferencia con los hombres.
“Según el New York Times, el 75 por ciento del público asistente a las obras teatrales de Broadway, son mujeres, pero curiosamente solo el 3 por ciento son dirigidas por ellas, es un tema del cual a lo largo de la historia es como que si el patriarcado se hubiese posicionado permanentemente en la dirección teatral, sucede igual en el cine o con algunas escritoras, con editoriales que aun tienen visiones machistas”, sostuvo en su intervención la escritora y dramaturga internacional Lupe Gehrenbeck.
La escritora también subrayó que “todo se gana con trabajo, he escrito 30 obras y 25 de ellas se han producido, trato mediante todo lo posible de que eso suceda, si no hay teatro convoco a todas las personas que estén dispuestas a convidar su talento para unirlo con el mio y hacer un espectáculo teatral, son espacios que nosotras tenemos derecho a pelear y entregar hechos de calidad”.
Recomendó a la Biblioteca Nacional crear un sistema para recabar textos teatrales y sean preservados, debido a que en Venezuela no hay un espacio abiertamente creado para eso, más allá de que en sus instalaciones se pueden dejar los mismos resguardados para que otros amantes del teatro y de sus obras puedan usarlos.
“Se puede generar un archivo de este género literario, es a veces la oveja negra de la literatura, es la menos publicada, es la menos respaldada y sería bueno para ellos que puedan crear este espacio, debido a que no hay suficiente para ser usada actualmente”, refirió.
Por su parte, la periodista y teatrista Lolimar Suárez, comentó que “la mujer también tiene como reto el tratar de plasmar siempre su idea de hacer realidad sus obras, cuando era niña mi papá me comentó que en los años 60 cuando se estaba haciendo el puente sobre el lago de Maracaibo (Rafael Urdaneta), hubo un hombre que estaba laborando allí que se cayó en uno de los vaciados que es hoy una de las base del puente, los trabajadores no pudieron rescatar sus restos, era una profundidad de 30 metros, optaron por dejar eso así, 20 años después como periodista ya eso no era noticia, pero decidí hacer un texto teatral para exponer ese hecho que sucedió en Zulia”.
La comunicadora marabina también destacó que, “algunos tratan de regionalizar las obras teatrales del país, cuando realmente es un teatro nacional, no debemos decir por ejemplo ah! es teatro zuliano, o teatro de Caracas, sino teatro venezolano, porque al final somos venezolanos quienes las generamos y las montamos en escena, sea en la entidad que sea”.
Aprovechó la ocasión para indicar que en Maracaibo, una ciudad que pisa los 500 años de fundada actualmente hay dos salas teatrales en funcionamiento, para una ciudad de 1 millón 400 mil habitantes, en relación a la urbe colombiana Medellín, que tiene una población parecida donde existen alrededor de 40 teatros en servicios, algo que es desventaja y que hay potenciales para arreglar las instalaciones deterioradas o en construir nuevas sedes para esta rama cultural.
Acotó que “El teatro en Maracaibo siempre ha sido importante, inclusive en el Teatro Baralt fue donde se proyectó la primera película en Venezuela y hoy tiene 141 años, hace falta más sedes de este tipo y hay dos siglos de tradición teatral, es una ciudad de mucho ámbito cultural, los teatros son sinónimos civilizatorios”.
Igualmente la dramaturga, escritora y poeta Alid Salazar, manifestó que “se debe hacer todo lo posible para que las obras permanezcan en el tiempo, además de escribirse, llevarla a un contexto en que se pueda dramatizar, inclusive se debería crear una institución que colabore en ello, más allá de que en las bibliotecas se pueden preservar a perpetuidad los libretos y que el teatro es algo que ayuda a la sociedad”.
Concluyó Salazar que “el teatro escrito es literatura, coincido con varias personas profesionales con quienes he conversado de este tema al respecto que es literatura y que tiene varias dimensiones que mientras está escrito, está la obra que la leen, es literatura y que el texto tiene que ser impecable por su puesto, una vez llevada a escena se convierte en arte”.
Prensa MPPC