(Prensa Librerías del Sur).- En el encuentro literario de la 18° FILVEN que se desarrolla en los espacios de la Galería de Arte Nacional (GAN) presentaron el libro “El milagroso médico de los pobres en Isnotú”, del escritor Rafael Ramón Castellanos.
El acto contó con la presencia de Rómulo Castellanos, director de la Gran Pulpería del Libro, y Carlos Ortiz, profesor, director y ensayista la actividad. El libro está a cargo de la casa editorial El Perro y la Rana.
Para Carlos Ortiz este libro “tiene un valor especial en la bibliografía dedicada a José Gregorio Hernández por dos razones, la primera es que el escritor trujillano Rafael Ramón Castellanos entendió que José Gregorio tuvo una vida en Isnotú en un momento cuando su vocación de médico se estaba forjando”.
La educación del médico fue encargada a un ex marinero, amigo del padre de José Gregorio Hernández, quien precisamente descansaba en Los Andes y para ese entonces no se encontraba en alta mar, de forma inmediata este navegante observó que el niño tenía condiciones muy especiales”.
Desde el primer momento que José Gregorio inicia sus estudios en el área de medicina en Caracas, destaca en el área de matemáticas. A Caracas viene acompañado de personas adultas, pero curiosamente queda solo.
Continuó diciendo el escritor Carlos Ortiz que “la segunda cosa a la que hago referencia es a la vocación de José Gregorio Hernández que empieza a fraguarse, de manera que cuando llega de Los Andes encuentra un ambiente grato de afectos pero al mismo tiempo un ambiente chocante porque se da cuenta de que cae en un mundo que está fuera de la civilización”.
Un pueblo donde se conocían muy pocos avances de la medicina y notar la diferencia de lo que era el interior del país respecto de Caracas causó impacto en el doctor. La atención en ese lugar era empírica, además que otros colegas lo rechazan de manera categórica por cuestiones de envidia, por lo tanto, lo reciben mal.
“Como dato curioso también está implicada la presión del dinero porque el doctor quiere viajar a Francia a continuar su formación pero observa que ya hay médicos que para la cantidad de población de ese momento es difícil hacer una “clientela”, refirió el presentador.
El libro es un anecdotario “que tiene la virtud de recuperar todo el panorama biográfico de José Gregorio Hernández”. El escritor, dice, logra convertir los documentos en un elemento narrativo, la contextualización de la vida del médico de los pobres, la narración del mismo José Gregorio Hernández hablando en primera persona, por lo tanto, el libro es un trabajo riguroso y testimonial.
“Uno lee este libro y adquiere mayor conciencia de cuál era el país de ese momento, de cómo era realmente la dinámica social de ese contexto. Las cartas que están en el libro en su mayoría se publicaron la primera vez cuando se conmemoraron 25 años de la muerte del médico. Hay en el libro cartas escritas a sus familiares”.
El escritor Rómulo Castellanos dijo que “es un libro también sobre Caracas porque el libro comienza con el momento cuando José Gregorio Hernández va a rendir el examen para graduarse de médico”.
Entonces, “él nos presenta a un muchacho que está muy nervioso y se va a encontrar con ese reto de estar frente a a ese gran tribunal. Además que había una expectativa en cuanto al examen pues ya sus avances eran conocidos”.
Un libro en el que el autor logra entretejer a José Gregorio Hernández con las descripciones de Caracas que hacen varios viajeros. Detalles de cómo era Caracas y de cómo vivió José Gregorio Hernández en la capital, detalles que revelan las costumbres y cultura de sus habitantes”.
Cuando la persona termina de leer el libro se sumerge realmente en los lugares donde hizo vida el llamado “médico de los pobres”. Un libro que se convierte en la historia de la gente de Los Andes, un libro que se convierte en un viaje de descubrimiento, una muestra de José Gregorio Hernández como personaje crítico.
La 18° FILVEN estuvo presente hasta el domingo 20 de noviembre en los espacios de la Galería de Arte Nacional, la cual contó con diversas actividades programadas, donde disfrutó toda la población venezolana.
Texto mincultura.gob.ve