autor: Lenin Brea
“Durante las protestas antichavistas de 2017 la sociedad venezolana fue testigo de formas de violencia que hasta el momento le eran desconocidas. Más de una treintena de personas fueron víctimas de crímenes de odio por “ser o parecer chavistas”. En particular, impactaron en la opinión pública los casos en que la víctima fue “ajusticiada”, y dentro de estos, aquellos en que fue quemada en vida y/o tras la muerte. (…) También, el uso de bombas molotov y otros artilugios incendiarios contra instituciones y servicios públicos, bases militares, unidades de transporte, fuerzas del orden, comercios privados y personas, ocasionó varias víctimas, muchas de las cuales no participaban en las protestas, sino que transitaban o hacían vida en el espacio público afectado por las manifestaciones opositoras. Pero el uso de dispositivos incendiarios trajo otro tipo de afectados. Se trata de aquellos que resultaron quemados tanto manipulando dichos dispositivos como por los efectos de la manipulación.”