Ignacio Solares comparte con Julio Cortázar una visión dislocada de la realidad y una búsqueda de lo trascendente. Basándose en textos diversos, que incluyen cartas y entrevistas, y en entrevistas de otros escritores y críticos, Solares se interna en la obra cortazariana, desentraña sus claves ocultas y pone de manifiesto los componentes oníricos, religiosos, parapsicológicos y mágicos.